sábado, 18 de febrero de 2012

la disfasia

Llamamos disfasia a un trastorno de lenguaje que se presenta en niños con inteligencia normal, sin déficit auditivo y sin que ningún estudio neurológico pruebe una lesión orgánica, lo que a mi entender no significa que no exista, sino que no hay instrumentos aún, que logren detectarla, y digo esto ya que los síntomas son prueba de que hay una alteración en los procesos cerebrales de excitación y de inhibición. Conocer esto es la base para una buena reeducación, que se enfocará en mejorar los procesos cerebrales, en lugar de perder el tiempo con los síntomas.
Con la disfasia se dificulta el análisis que debe hacer el cerebro para ordenar tanto la secuencia de los fonemas y sílabas que forman las palabras, como la formación de las oraciones y también la capacidad de seleccionar los fonemas adecuados para formar una palabra, por lo tanto insistir en repetirle insistentemente las palabras sin que el niño logre conscientizar los movimientos que debe producir, resulta inútil. La capacidad de análisis y síntesis, fundamental para codificar y decodificar un mensaje, así como para lograr la generalización, está muy perturbada, o sea cuando aprende algo, no logra aplicar el mismo aprendizaje a otra situación semejante, es por eso que es tan importante trabajar sobre los procesos.
 El niño con disfasia, aprende, cuando se concretizan todos los aprendizajes, esto que es? es hacerle visualizar lo que queremos que comprenda, es volver concreto a travès de dibujos, colores y otras claves, los conceptos que son abstractos y por ende, incomprensibles para èl. Entre el nacimiento del niño y los dos años, la propioceptividad se ocupa de hacerle captar espontáneamente el lenguaje y muchas cosas del medio; nosotros aprendemos a hablar sin tener consciencia de ello, pero por alguna razón, esto no sucede con los niños con disfasia, y pasada esa edad, es necesario enseñarlo todo.
 Por su completa dependencia del adulto, el niño es particularmente sensible a toda actitud inadecuada proveniente de quienes lo rodean y suele expresar su frustración con actitudes hostiles, con retraimiento o perturbaciones de funciones orgánicas. Es una respuesta anómala del niño ante la hostilidad, la incomprensión o la indiferencia del medio, como un mecanismo de defensa. 

Es fundamental ser muy ordenados, su cabecita es como un depósito en desorden, necesita organización, la base para aprender y comprender, es por eso que diferenciaremos muy bien las actividades; le sugiero lo siguiente: consiga unas carpetas plastificadas para mantener prolijo el material, ya que en poco tiempo el niño lo hojeará constantemente y así evitamos que se arruine, vamos a tener diferentes cuadernos o carpetas para:
  • Canciones
  • Articulación
  • Lenguaje
  • Expresiones

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